Con algo de retraso, aquí acaba el relato en imágenes del viaje a Bruselas organizado por la Oficina de Europa en España y la Federación de las Asociaciones de la Prensa de Andalucía.
En la segunda jornada de trabajo, volvimos a la sede del Parlamento. Al bajar del autobús, algunos aprovecharon para fotografiarse con el edificio del Comité de las Regiones al fondo.
Complejo de edificios del Europarlamento.
Fernando Carbajo, el director de la oficina del Parlamento Europeo en España.
Fotografía de grupo a las puertas del Parlamento Eropeo. En el centro están las eurodiputadas Rosa Díez y Francisca Pleguezuelos.
Tras el Parlamento, visitamos la sede de la Comisión Europea (el consejo de ministros de Europa, digamos). Al fondo se ve la cafetería y en la pared están colgadas las fotos de los distintos consejos de ministros europeos (comisarios) a lo largo de la historia.
Asistimos a una rueda de prensa del comisario irlandés Charlie McCreevy, responsable de servicios y mercado interior. El comisario está a la izquierda, el joven de la derecha es su asistente. Todos los comisarios, y los europarlamentarios, tienen sus asistentes.
El grupo abandona el edificio de la Comisión Europea.
Por la tarde visitamos la sede de la delegación de la Junta de Andalucía en la UE. Por cierto, la delegada, Elvira Saint-Gerons Herrera (en el centro, con falda y chaqueta oscura), es de Córdoba.
De paseo por Bruselas
La verdad es que la agenda del viaje fue bastante apretada y entre las actividades no había prevista ninguna visita a la ciudad o a algún lugar típico de esta. Así que los paseos los dimos al final de la jornada. En Bruselas, a las 16.00 horas ya estaba anocheciendo y a las 17.00 ya estaba oscuro. Por eso la mayoría de las fotos en lugares turísticos, como la Gran Plaza o la catedral, las hice de noche.
En esta calle estaba el restaurante donde cenamos al final de la primera jornada.
Por lo demás, he de decir que Bruselas es una ciudad con bastante vida. Es cierto que estuvimos en la zona más céntrica y que se hacercaba la navidad, con lo que la ciudad estaba muy iluminada y los comercios en todo su explendor. Además, supongo que el hecho de contar con miles de funcionarios de más de 25 países distintos entre sus habitantes tiene mucho que ver con que, en contra de la idea preconcevida acerca de que en los países europeos no hacen tanta vida social como en España (léase salir de bares), Bruselas está llena de cafeterías, pubs y restaurantes. Y algunos hasta cierran tarde.
Las tiendas y los cafés, como el de la foto, estaban adornados con luces navideñas.
Bueno, es evidente que en dos días, y en un par de paseos no puedo hablar mucho más de esta ciudad, cargada de historia y de hecho, capital de europa, que sin duda merece un viaje más pausado.